El leonés Pablo Castro Pinos, miembro destacado de la selección española de pesca de salmónidos, se encuentra disputando el campeonato del mundo que, en la presente edición, tiene como escenario los ríos y lagos de Portugal. Precisamente hoy viernes disputa las últimas mangas que se prolongarán hasta las siete y media de la tarde. Realizado el recuento de las plicas sobre las nueve de la noche se darán a conocer los resultados oficiales. El campeonato se disputa en tres ríos lusos, el Mondego, el Ceira y el Alba y sobre dos lagos el Rocín y el Acho. Durante la pasada semana Castro Pinos preparó este mundial entrenando en zonas próximas a los escenarios. La localidad portuguesa de Peñacova, bañada por el río Mondego, ha sido el lugar de concentración de la selección. Se trata de un río regulado de caudal medio con zonas en las que predomina la roca pizarrosa y otras en las que los fondos están formados por canto rodado y abundante vegetación subacuática. Las impresiones recogidas en conversación telefónica con el mundialista revelan una gran prudencia en el sentido de que el campeonato será muy difícil por la escasez de trucha. «En los entrenamientos se ha pescado muy poco y, presumiblemente, esa será la tónica general. Será muy difícil y competido, pero la dificultad es para todos» comentaba Pablo minutos antes de iniciarse la primera manga.

Antes de partir hacia tierras portuguesas el Bombero, apodo con el que se conoce al campeón en medios deportivos leoneses, tuvo oportunidad de disputar el campeonato selectivo para el próximo mundial que se celebrará en Finlandia. Una vez más, y en Seo de Urgel, demostró el porqué a estas alturas se le considera el pescador deportivo mas regular de cuantos componen el equipo nacional. El segundo puesto logrado en ríos catalanes le han dado de nuevo el pasaporte para el campeonato del mundo independientemente del puesto que logre en Portugal. Dentro de la élite mundial Pablo es considerado uno de los pescadores deportivos más completos en el sentido de su polivalencia para la pesca tanto a mosca seca como a ninfa y tanto en aguas bravas como en ríos regulados. Sus oponentes franceses, polacos o italianos, selecciones con proyección mundial y pescadores profesionales, reconocen que a nivel competitivo puede ganarles en cualquier momento y en cualquier escenario. Tal vez la principal dificultad que encuentra el de Villoria de Órbigo sea precisamente el hecho de que en España, no existen pescadores deportivos profesionales. Pese a que los campeonatos del mundo se realizan por equipos, también se plantea la clasificación a nivel individual. Quedar campeones supone que todos los componentes mantengan un nivel alto. Indudablemente el que se realice en un determinado país juega a favor de la selección local. En este sentido el que España consiguiese ser una de las próximas sedes facilitaría las posibilidades de lograr un campeonato. Hasta la fecha la mejor clasificación ha sido un séptimo puesto, logrado precisamente por Castro Pinos.